17.4.12

Películas judías que no te puedes perder

Después de un largo lapso de tiempo, sigo fiel a mi promesa de no abandonar La Bella Aurora. La retomo con una lista de películas de temática judía que, si te interesa el tema, no te puedes perder.

1. El Creyente (Henry Bean, 2002)

Es la mejor tesis cinematográfica sobre judaísmo. Una obra colosal en donde se abordan todas las grandes cuestiones del pueblo judío: Antisemitismo, Religión, Sionismo...

La realización deja un poco que desear, pero nada impide que el contenido y el guión sean monumentales. Un judío que se hace nazi. Ahí es nada.

Obligatoria.



2. Éxodo (Otto Preminger, 1960)

 
Un clásico basado en la novela de ese creador de sionistas,  Leon Uris. Posee momentos realmente emocionantes y teniendo en cuenta la fecha de estreno, la altitud de miras del film es increíble.

Además, teniendo a Paul Newman como héroe poco más se puede pedir.
 

3. School Ties, Private School como se llamó en España (Robert Mandel, 1992)

Pese a que la cantinela constante de lobby judío y poder judío en EE UU, a principios y mediados del siglo XX prosperar no fue nada fácil para los judíos.  Una generación de actores encabezados por Matt Damon, Ben Affleck o Brendan Fraser se dan cita en esta película sobre el antisemitismo en los elitistas colegios americanos del pasado siglo.

Realmente pedagógica para entender la sinrazón de la discriminación por cualquier razón.

4.  La Lista de Schindler (Steven Spielberg, 1992)

Es la película sobre el Holocausto. Un largometraje impecable, un juego de emociones e imágenes conmovedor y crudo. Un monumento al mayor crimen de la historia de la Humanidad. Liam Neeson y Ben Kingsley brillan y se hacen con la película.

Es de esas películas de las que haces un top ten de escenas memorables.

5. X-Men: First Class (2011, Mathew Vaughn)

Aquí ya expliqué por qué es una película con temática judía. Aunque también lo son las demás de la saga.



6. Una extraña entre nosotros (1990, Sidney Lumet)

El mundo haredí muy bien mostrado. Para el recuerdo quedan frases del Talmud como:

"Dios cuenta las lágrimas de todas las mujeres"

Y también mitos como el de hacer el coito a través de una sábana.

7. Las Aventuras de Rabi Jacob (Gerard Oury, 1973)

Otra vez en los barrios ortodoxos de New York, pero esta vez con una historia muy graciosa protagonizada por Luis de Funés. Siempre ideal para las reuniones familiares.

8. El hombre de Kiev (John Frinkenheimer, 1968)

La historia de los judíos de Ucrania es dura y desoladora. Las persecuciones y progromos durante el siglo XIX obligan al protagonista de esta historia a esconderse y luego a ser acusado de un delito que no cometió. El proceso del Niño de la Guardia a la europea.

9. El Concierto (Radu Mihaileanu, 2009)

Aquí ya conté por qué. Los judíos también fueron perseguidos en la Unión Soviética, aunque, como nos recordó Martin Amis, muchos cerraron los ojos ante las atrocidades soviéticas.

10. Vals con Bashir (Ari Folman, 2008)

Aquí mi reseña para Horizonte. Un hito en el cine israelí y con una gran maestría técnica.



11. Oh Jerusalén (Eli Chouraqui, 2006)

Vale, el libro es mucho mejor, pero por si os da pereza leerlo. Una visión muy sosegada sobre el nacimiento de Israel y el comienzo del conflicto entre israelíes y palestinos.

12. Yentl (Barbara Streisand, 1983)

La judía arquetípica americana, Barbara Streisand, dirige y protagoniza esta película que ahonda en el mundo de las yeshivot y el estudio de Torah. Nada controvertida y muy enriquecedora, señala el valor de la mujer en el judaísmo y enseña al mundo que esconden en sus escuelas esos barbudos con sombrero.

13. 21 horas en Munich (William Graham, 1976)

Un buen relato de la masacre de los Juegos Olímpicos de Munich de 1972. Obviando Munich, de Spielberg, que tanto criticamos los sionistas crónicos. 

14. Operación Entebbe ( Irvin Kershner, 1977)

Aunque hay dos versiones más, la que dirigió Kershner, que también fue tocado por el Altísimo cuando dirigió El Imperio Contraataca, es la más emocionante. Acción, lágrimas y una dósis de propaganda sionista en su justa medida. Una buena película sobre uno de los rescates más legendarios llevados a cabo por Israel.

15. Los Diez Mandamientos (Cecil B. de Mille, 1956)

No podía faltar. El hecho fundacional y fundante del pueblo judío, la conmemoración y el recuero más importante. También ideal para reuniones familiares en Pesaj.




29.11.11

Carretera Birmania

En mi nueva etapa en Israel, he abierto un nuevo blog: Carretera Birmania; más analítico, y centrado en Israel y en el conflicto. La Bella Aurora no va a morir, pero si es verdad, que si de hecho ya la había abandonado un poco, va a quedar un poco relegada.

Sin embargo, aquí seguiré escribiendo sobre Cine, Derecho, Política o cualquier otro tema que me inquiete y que no esté encuadrado en lo que me ocupa en Carretera Birmania


Como siempre, intentaré ser fiel al consejo que le da Victor Lazslo a Rick Blaine en Casablanca: Renunciar a luchar es estar muertos.O, como dijo David Ben Gurion parafraseando a Descartes: Lucho, luego existo.

20.9.11

Tercera semana: It's not about the land, it's about the people

Los días en Israel trascurren apacibles. Hay una relativa calma -cuántas veces hemos leído esta coletilla en los medios- y puede durar hasta después de la votación en la Asamblea General de la ONU sobre la declaración unilateral del Estado Palestino en las fronteras anteriores a 1967. La batalla política en internet la estoy dando en el blog de ACOM. Aquí y aquí podéis leer mis últimos posts.

La semana pasada asistí a un acto de Netanyahu en conmemoración de los diez años del 11-S. También asistió el embajador estadounidense, Daniel Shapiro. La seguridad en el evento era impresionante. Bibi deleitó a los asistentes con la oratoria y mensaje vehementes que acostumbra: "Esta es la lucha de nuestro tiempo". El premier israelí es un líder fuerte, gusta a sus votantes  y tiene principios sólidos. Puede que las protestas por los altos precios le desgasten, pero los israelíes en su mayoría, dado el acoso incesante a la nación, desde Turquía hasta la Asamblea General de la ONU, pasando por Hamas o el ataque a la Embajada en El Cairo, no confían en otro político que pueda manejar la situación. O esa es  mi percepción cuando hablo de política con mis conferenciantes, con mis profesores de Ulpan, con los ciudadanos de a pie...


El Shabbat lo pasé en Tel Aviv, en casa de unas amigas españolas que también vinieron a vivir a Israel. En la cena éramos unos veinte jóvenes de 9 nacionalidades distinas, incluyendo a Raul, un chico español no judío que lleva nueve meses trabajando en Tel Aviv. Espero entrevistarle porque su visión de Israel es muy interesante y enriquecedora. Evidentemente, me confirmó que tenía otra visión, completamente distinta, antes de pisar Tierra Santa. Suele pasar.

Desde el Begin Center veo la Ciudad Vieja todos los días. También paseo por ella, y descubro por ejemplo en el mercado árabe, cómo el comercio es una buena herramienta para la paz: En una misma tienda, puedes ver camisetas de Palestina y de Arafat junto a camisetas del ejército israelí. El profit no conoce de política o de odio. Pese a que el odio, de una parte hacia otra, es la principal causa de este conflicto, y no la tierra, como confirmó el embajador de la OLP en la ONU el 14 de septiembre al afirmar que la futura Palestina no habrá judíos. Hablar en hebreo al día siguiente con los árabes que trabajan en el Begin Center me hace creer en Israel y en el proyecto sionista más que nunca. Supongo que lo mismo pensará alguno entre el millón y medio de árabes israelíes.

Hoy el antiguo director del Jerusalem Post, David Horovitz, un tipo sencillo, que viste como un inglés que viene a hacer senderismo a España en marzo,nos hace una visita. Nos cuenta que la Segunda Intifada tenía la intención de hacer emigrar a los israelíes atacando su modo de vida. También afirma que Ahmadineyad debería estar procesado, sino perseguido, por conspiración para cometer genocidio, según la Convención de prevención del Genocidio. Intenta analizar el posible futuro tras la votación en la ONU. Es realista pero sin llegara ser pesimista. Los reservistas se han movilizado en algunas zonas ante el posible estallido de la violencia. Sus respuestas son muy largas, pero me gusta cómo habla. Vuelvo a casa en un bus que pasa por Mea Shearim y Geula, los barrios religiosos por excelencia. Muchos cuando suben al bus rezan un salmo. Aun persiste en la memoria de los israelíes los años más negros de la Segunda Intifada, cuando los suicidas se inmolaban en autobuses matando y asesinando a todo el que estuviera dentro. Y a mí tampoco se me olvida lo que los medios decían entonces, lo que muchos buenos profesionales afirmaban: es una respuesta a una situación desesperada. Qué maldita gracia que te digan que tu amigo, tu hijo, tu hermano o tu mujer murió porque se lo merecía, porque si además era votante de derechas u ortodoxo, qué decir colono, su muerte era un acto de justicia.

En el iPod suena November Rain. Aquí no suele llover mucho en Noviembre, ni siquiera en todo el año. Peor si llueve dentro de mi cabeza: Ideas, vivencias, recuerdos, canciones, películas, sueños, reflexiones...Israel es una lucha constante por la vida. Es un país maravilloso, realmente hermoso, único, pero nunca nadie dijo que fuera fácil.

Al atardecer suelo hacer ejercicio en los jardines de mi edificio. Las voces de los imanes retumban por toda la vecindad, las estrellas caen y de lejos se ve la Cúpula de la Roca. Por un momento crees que hay paz. O que los árabes ganaron en el 48. Hablo con Jonah, mientras observamos Jerusalén desde el Monte Scopus. Me cuenta el periplo de su padre, que escapó de Irán en 1979. Platicamos sobre una posible solución al conflicto. Y repetimos la consigna de Simón Peres: "It's not about the land, it's about the people"

8.9.11

Mi llegada a la Start Up Nation

Pues sí. Después de años dudando y demorando la decisión, he venido a vivir a Israel. No he hecho Aliá (no me he nacionalizado israelí) pero ya veremos qué depara el futuro. Por ahora, voy a trabajar durante un año en el gobierno del Estado de Israel. Vengo a aprender, a mejorar y a vivir una experiencia incomparable que llevo años deseando -desde que, siendo un adolescente, lloré con Éxodo de Otto Preminger.



¿A casa?


Y es que, ya vengas como turista, a vivir, a estudiar o incluso a hacer negocios, Israel es una experiencia única. Por ejemplo, al hacer escala en Bruselas, me perdí por las terminales -yo y mis despistes, en fin- y pregunté a un policía belga por mi zona de embarque, el me preguntó  a donde iba, y al contestarle Tel Aviv, espetó en hebreo:

-Habaita? (¿a Casa?)

Este tipo de anécdotas en Israel -y camino de- son muy comunes, tanto que es una pena que no puedo retenerlas todas porque pasan muy a menudo. Otro ejemplo significativo, sucedió cuando me pasé por una manifestación en Jerusalem  -me niego a llamarles indignados israelíes-  y estuve hablando con un chico joven, propietario de una empresa de marketing en Internet y e-commerce, cuyo padre es de Tánger y conversamos en español y Jacketía -dialecto de los judíos que vivían en el Marruecos español- sobre España, la situación económica...su novia había nacido en Israel pero sus abuelos eran judíos expulsados de los países árabes después del establecimiento del Estado de Israel -ese millón de judíos de los cuales nadie se acuerda mucho.


Melting pot

Israel es el país más cosmopolita del mundo. Un melting pot en toda regla. Yo vivo en el Monte Scopus, Jerusalem, justo encima de la linea de armisticio de 1949, rodeado de barrios árabes (Sheij Jarrah, Wadl Al Joz...) y viajo a diario en el autobús con árabes, como en restaurantes junto a árabes, me siento en parques al lado de árabes y comparto la ciudad con ellos. Si te sientas a comer un shawarma o tomar un café en Ben Yehuda, la principal calle de Jerusalem, verás pasar a religiosos, estudiantes, soldados, turistas, hippies, skaters, ancianos, trabajadores, árabes, periodistas...podrás comprobar como una de las principales tiendas de la calle se llama Irán, y seguramente encontrarás a más de uno que hable español, o al menos que te haga una mención sobre el Barça o Messi -el Barça, pese a Qatar Foundation, es el equipo de fútbol nacional aquí-, quizás desalojan el restaurante que está justo al lado del tuyo porque alguien se dejó una mochila y en cuestión de minutos traen un robot para manipularla-Israel es un país en el cual, si olvidas tu mochila no te la roban, sino que lo más probable es que la hagan estallar-  y sólo en lo que tardes en consumir lo que pediste.

Cada esquina que cruces en Israel es un trozo de historia viva. Hay miles de placas para recordartelo, incluso una plaza dedicada a los Reyes de España. Es recomendable contratar un guía que te explique todas las peculiaridades de, en palabras de Joan B Cullá, la tierra más disputada. Porque es así, es Jerusalem el nudo gordiano del conflicto, y sobre todo esa pequeña ciudadela, especialmente el Monte Moriá, en donde, entre otras cosas, según la Torah, comenzó la creación del mundo.

Comenzando


Antes de trabajar, tengo un mes de orientación en el Menahem Begin Heritage Center, una especie de fundación-think tank, situado en frente de la Ciudad Vieja. El centro es nuevo, amplio, frío, confortable y muy profesional. Posee un museo, aulas, sala de conferencias, otra para grandes eventos...Allí recibo clases de hebrero y un Curso en Historia y Política de Israel con conferenciantes realmente buenos, como el Dr. Edward Breuer o David Mendelson. El director de la fundación, Herzl Makov, nos aconsejó que : the best learning is experience, y a la vez, hizo gala de uno de los secretos del éxito económico de Israel: el trabajo duro, la experiencia, la falta de miedo frente al error.  Mis compañeros son de todas partes del mundo, desde Sidney hasta Michigan pasando por París o Moscú.

El segundo día hicimos un tour por Jerusalem, en donde pudimos apreciar más de cerca los contrastes y la historia de una de las ciudades más fascinantes del mundo. Pasamos por barrios de haredim (ultraortodoxos) como Mea Shearim, en donde sus vecinos viven como hace 200 años lo hacían en Polonia o Rusia, pero usan coches, móviles, electrodomésticos, ordenadores.. . No les gusta que vayan los periodistas con cámaras porque no les gusta sentirse como animales de zoo. No es este el post en el que hablar sobre las controversias entre la comunidad haredí y el resto de Israel. Prometo análisis no sesgado sobre ello. Tengo que aprender más sobre las raices de las mismas. Pero los haredim son otros de los contrastes que se aprecian en Jerusalem: árabes y judíos, laicos y religiosos, empresas de high tech y  edificios milenarios...

Y las vivencias no dejan de sucederse. Yuval, un amigo israelí, cuyos padres son sudafricanos y trabaja en Begin Center, me contaba hace dos días,  mientras volviamos de casa de un compañero brasileño que va a trabajar en la Presidential Conference'12 en bus, cómo fue su experiencia como sargento de su unidad de tanques durante la Operación Plomo Fundido. Confesándose izquierdista y contrario a la presencia judía en Cisjordania, -y trabaja para el Begin Center, aunque dice que la figura de Begin está por encima de ideologías porque fue un estadista y hombre de honor- me narraba horririzado cómo se escondían los líderes de Hamas en los sótanos de edificios habitados por civiles y cómo las lanzaderas de cohetes se situaban en las azoteas de los mismos. Me dijo que, con sus propios ojos, jamás ha visto un crímen de guerra por parte de Israel o una acción moralmente denigrante. Yo le dije, que pese a que me congratulaba de ello, el Tzahal es un ejército y puede cometer errores y abusos. Estuvimos de acuerdo en que los soldados israelíes son los únicos  a los que medio mundo les exige ser ángeles.


Start Up Nation


Es curioso como, hasta hace poco, los judíos que venían a vivir a Israel raramente lo hacían por encontrar una vida mejor materialmente y económicamente hablando, lo hacían por idealismo o escapando de alguna situación peligrosa o persecución. Pero hoy día, como podemos comprobar en el libro de Dan Senor y Saul Singer, Start Up Nation, los olim jadashim (nuevos inmigrantes) vienen ahora buscando oportunidades de trabajo y prosperidad económica. El índice de paro en Israel es del 5,8% y hay más empresas israelíes en el Nasdaq que indias, británicas y chinas juntas. Pese a que la sociedad protesta por los costes de vida (alimentación y alquileres son carísimos) aquí todo el mundo trabaja, y la pereza no es una opción. Hay mucha facilidad para la creación de empresas, solo dos días, y un gran mercado laboral en el mundo del Non-Profit (sin ánimo de lucro).

Amos Gilboa, que comandó la unidad drusa del Ejército de Israel en la Guerra de Yom Kippur, nos advertía de cómo son los primeros meses en Israel: la primera semana vives un sueño, besas el Muro de los Lamentos, visitas lugares históricos en donde los judíos lucharon y trabajaron por ser libres...la segunda semana, echas de menos tu casa y te preguntas qué haces aquí, y en la quinta semana ya entras dando codazos al autobús y coges el caracter rudo del israelí medio. No hay que olvidar que en Jerusalem hay hombres con corazón de piedra, y piedras con corazón de hombre.

Ya veremos.




31.7.11

Consejos para ser un buen abogado

Después de mi paso por dos importantes -y con mucha solera- despachos en Málaga, Bendodo Abogados y Juan García Alarcón, he aprendido el oficio de la abogacía en España y sobre todo he sintetizado algunos consejos que pueden servir de guía para los que estén iniciándose en la profesión:

Ahí van, pues.

1) Orden y paciencia

Hoy día en cualquier trabajo hay presión y prisas. El tiempo en los negocios es un factor fundamental, no hay duda, pero en las profesiones liberales gozamos del privilegio de poseer unos tiempos más dilatados. En la abogacía, hay tiempo para preparar los casos, hay libertad -si eres autónomo o asociado en un despacho- para administrar los casos que quieres llevar. Hay tiempo así que tranquilo y con paciencia.

De las cosas que más detesta un juez es un abogado desastroso, que se le pasen los plazos, que intente remendar todo con un parche...Llévalo todo bien ordenado y que no se te pase nada. Un buen punto con el juez ya lo tienes, y de ahí te creas una buena reputación en los juzgados.

Tienes que saber que vas a pasarte muchas horas sentado, leyendo, investigando, escribiendo...En el despacho de Juan García Alarcón estamos llevado a tres imputados del Caso Malaya, y el sumario consta de unos 60 ooo folios. El orden y la paciencia son fundamentales para estructurar el caso.

2) Minuciosidad y Recelo

En la línea del anterior punto, debes tener claro que no se te puede escapar nada. Cualquier diligencia del juzgado, cualquier factura de una empresa, cualquier escritura notarial...todo es sumamente importante. Puedes estar horas nadando en el expediente del caso para encontrar algo que finalmente resulta intrascedente para tus propósitos, o puede que no tardes ni un minuto, lo importante es que siempre lo hagas minuciosamente, cuidadosamente, con recelo. Las prisas son malas consejeras.

Además, la lectura, el estudio continuo y la bilbiografía son esenciales para el ejercicio del derecho. Westlaw es una de las mejores herramientas actuales, una auténtica maravilla, pero también hay tomos fantásticos que puedes encontrar en cualquier librería con sección jurídica. Y cómo no, los interminables libros que estudiaste en la facultad. Derecho es una carrera en la cual no debes tirar los apuntes al terminar.

3) Mala leche

Lo siento, es así. Si quieres ser un buen litigante, si quieres hacer fortuna en la profesión necesitas mala leche. No debes sentir compasión por nadie, ni por tu propio cliente. Va muy bien sobre todo para las reticencias morales.

4) Olvídate de las series y de las películas del otro lado del charco

Para empezar, los sistemas son distintos. Aquí es todo mas formal y estático. También más ritual -¿hasta cuando seguirán las togas para los abogados?. También olvídate de andar de pie por la sala argumentando cual Perry Mason o Alan Shore. Si te dedicas al derecho penal será dificil que te toque defender a tu cliente o ser el abogado de la acusación particular ante un jurado. Y qué decir de -todo mi respeto a mis compañeros Procuradores- los carteros cualificados.

Lo siento, otra vez. Aquí es mucho más aburrido que en la tele.

5) Memoria e improvisación

Hasta que no pisé un despacho de abogados, estuve de acuerdo con el Plan Bolonia, que según parecía, preparaba al estudiante mucho mejor que el anacrónico plan de 1953 que me tocó. Además, hacia trabajar a esos profesores indolentes que, año tras año leían un libro y sólo curraban 3 veces al año (febrero, junio y septiembre) cuando tenían que corregir exámenes. Discutí de ello con mi profesor de Teoría del Derecho, José Calvo, el cual estaba en contra de Bolonia, básicamente porque creía que los alumnos debían asumir y almacenar contenidos para poder llevarlos a la práctica y no tomar el Derecho como una guía de consulta.

Tenía razón. Cuando redactes tu primera demanda, no busques en internet un formulario, LEC o LECr en mano ponte a ello. Poco a poco asimilarás conocimientos fundamentales para el ejercicio de la profesión y no tendrás que perder en tiempo ni quedar mal ante un juez porque no te sabes los artículos básicos para cualquier procedimiento, sea civil, penal, administrativo o laboral. Memoriza. Conocer la ley al dedillo es básico para ser un buen abogado.

En las vista orales, que es en donde te la juegas al fin y al cabo, no sólo tienes que hacer uso de esa memoria privilegiada de estudiante de Derecho, sino que también debes tener una buena capacidad de improvisación, y anticipación. En muchas ocasiones, esa improvisación o anticipación -que se consiguen con horas de estudio, orden, paciencia, minuciosidad, mala leche y memoria- pueden darte el caso.

6) Puntos positivos

Es una profesión bonita y se ejerce cual otra profesión liberal. Tiene muchas salidas laborales, porque todo lo que nos rodea es Derecho: desde el ordenador desde donde escribo hasta el té que me estoy tomando. Detrás hay contratos, leyes de consumo, costumbres mercantiles, albaranes...El Estado contemporaneo y desarrollado está hecho por y para abogados.

7) Puntos negativos

Pese a que tiene muchas salidas laborales, hay abogados -ejercientes- a patadas. Destacar será un proceso de muchos años, de suerte, de empeño y de amor a la profesión.

Sin caer en ningún tópico, los principios morales son, en ocasiones, un problema. Pese a que siempre puedes opositar a Fiscal si te gusta el ejercicio pero tienes un gusanillo que te baila en el estómago cuando debes defender determinados intereses o clientes, también debes tener presente que si crees en el Derecho y crees que la Ley funciona, siempre debería ser la solución más justa la que el juez aplique.


3.7.11

Colaboraciones

Vamos con un poco de autobombo:

Recientemente me han publicado un análisis en Foreign Policy versión española sobre los lobbies proisraelíes en la era Obama, en el cual pude verter algunas conclusiones que saqué de mi asistencia a la Convención Anual del American Jewish Comitte, y de la lectura de varios libros, como el de Mearsheimer y Walt, Dan Flesher, o artículos de M.J. Rosenberg.

También me he estrenado como columnista en La Voz Joven con un artículo sobre los presupuestos que deben dar, sobre todo los palestinos, para la paz en Oriente Medio.

6.6.11

X MEN: FIRST CLASS. The point between rage and serenity



“El punto entre la ira y la serenidad”, esta frase puesta en boca del inmenso profesor Charles Xavier, corona una de las escenas más hermosas de esta gran película que, en un fin de semana, se ha alzado como la mejor adaptación del cómic de todos los tiempos. Situándose, -siempre de acuerdo con los fans recién salidos de la sala imbuidos por un subidón bastante considerable, como el de un servidor- por encima de grandes obras como The Dark Knight, 300, Sin City, Watchmen, V de Vendetta, o las predecesoras X-Men 1 y 2. Ciertamente, esta explosión de adaptaciones del cómic a la gran pantalla, esta época dorada en el celuloide que están viviendo DC y Marvel, que agradezco con una locura insana, comenzó en el año 2000 con esa primera película en la que su inicio era similar al de esta, 11 años después: el campo de concentración de Auschwitz. En esa gruta oscura y tenebrosa de la historia, en ese punto infernal y demoníaco que arrastró a la especie humana a su momento más bajo, encontramos la razón de ser, el leitmotiv, de esta historia que, no sólo va de superpoderes y licras amarillas –gran acierto, esta vez, vestir a la Patrulla X como siempre la disfrutamos en el papel de Marvel y tal como la imaginó Stan Lee

25.5.11

2067, réplica a Ariel Kanievsky

Mi réplica, tal como prometí, al post de Ariel Kanievsky que, imaginando un escenario hipotéico en 2067, especulaba sobre el futuro de Israel. Quizás me equivoque en todo, o quizás no, ¿quién sabe?


2067, Tel Aviv


Aquí seguimos. Pese a todo lo que hemos soportado estos últimos cien años. Mis nietos han pasado por las mismas etapas de vida que yo tuve que pasar: rutina diaria bajo medidas de seguridad excesivas para un país democrático al uso, opinión pública mundial desfavorable, servicio militar, y, al menos, una guerra. Intentamos mejorar la situación y alcanzar la convivencia desde que el Estado Judío nació, en 1948. En la Declaración de la Independencia puede leerse que Israel quiere la paz con sus vecinos. El acuerdo de paz que alcanzamos en 2013, auspiciado por el reelegido Barack Obama, sólo duró un lustro. Después vinieron dos acuerdos de paz más. Hasta hoy.

Los territorios palestinos ocupados –según la ONU, eran territorios en disputa, pero nadie los llamaba así-, Judea y Samaria, Cisjordania o el West Bank, la denominación que se prefiera, nos dividieron como nación y casi como pueblo. Sacar a los colonos de la mayor parte de los asentamientos fue más duro aún que sacarlos del Sinaí y de Gush Katif a la vez. Se estuviera o no a favor de permanecer allí, a los israelíes nos dolía en lo más profundo ver a nuestros soldados desalojando de sus hogares a nuestros compatriotas. Cómplices de los asesinos de la familia Fogel, llegaron a espetar a los soldados encargados de la tarea. Incluso se les maldijo y se les condenó al guehinam. Se consiguió que los santos lugares para el judaísmo pudieran ser visitados y que el ejército israelí pudiera escoltar a los israelíes que así lo hicieran. Los altercados por ello fueron puntuales, pero escasamente dramáticos.

18.5.11

#15M de 2020.

Éramos muchos. Todos reunidos y convocados de forma espontanea, sin líderes, sin estructuras organizativas, sin jerarquía. Nos movía la indignación que provoca percatarse de que no hay futuro, o al menos, no uno mejor que el disfrutaron nuestros padres. Intentamos no hacernos eco de ninguna etiqueta ideológica o partidista. Queríamos un cambio, y que los protagonistas fuéramos nosotros, no los oportunistas mediáticos que se fueron apuntando.

Teníamos varias referencias, pero Mayo del 68 era nuestro paradigma. Mala elección. Como declaró uno de sus líderes, Daniel Cohn-Bendit, relativamente poco tiempo antes de nuestra movilización, refiriéndose a tan nostálgicos días: ganamos socialmente, pero políticamente, perdimos. Nosotros estábamos abocados al mismo sino, al mismo resultado: sólo cambiarían cosas puntuales, la estructura básica contra la cual luchábamos seguiría intacta. No éramos un poder constituyente, éramos un poder cibernéticamente constituido. Un poder bello, melancólico, romántico…pero virtual, al fin y al cabo. El verdadero poder lo ostentaban –y lo ostentan- otros. Nosotros sólo nos ganamos el derecho a quejarnos en la calle y en las redes y resultar simpáticos, pero la toma de decisiones estaba muy lejos de nuestras manos.

En los prolegómenos de nuestra convocatoria, un periodista, que simpatizaba con nuestra causa, escribió que para las revoluciones, primero, hace falta pasarse por la biblioteca, y fundamentar las reivindicaciones. Aborrecíamos a los intelectuales y académicos, ellos eran cómplices de la permanencia y desgaste del sistema actual. Al fin y al cabo, solo queríamos un cambio rápido, y lo queríamos ya. No queríamos, y no habríamos sabido, discutir sobre teorías políticas o administrativas. Queríamos un trabajo estable y bien remunerado cuanto antes, queríamos menos políticos, queríamos que los banqueros fueran borrados del mapa, o al menos su estructura de negocio financiero –intereses abusivos en los préstamos y créditos, amén de la concesión de hipotecas- y dejar de levantarnos de la cama, día tras día, sabiendo que ocuparemos puestos de trabajo que detestaremos hasta que seamos casi bisabuelos. Queríamos vivir mejor y dejar de oír monsergas sobre recortes, mercados, crisis, deudas y todo ese tenebroso –y que, desgraciadamente, no entendíamos- vocabulario que marcó nuestra madurez inerte y sin oportunidades.

Aguantamos hasta las elecciones del domingo 22 de mayo. Transcurrieron con normalidad y algún político que simpatizó con nuestra causa prometió recoger nuestro testigo y continuar por otros medios la lucha que comenzamos en las redes sociales y luego en la calle. Ahí se quedo todo: en palabras, quizás bienintencionadas, pero vacuas, caducas, inválidas. Años después la situación económica mejoró y el eco que fuimos conservando sobre todo en internet fue perdiéndose en la apatía que trajo una nueva era de bonanza económica. Nuestros enemigos volvieron a ganar y nuestros amigos, como siempre, fueron interesados que sólo querían disfrutar de la posición de los primeros. Los que se arrogaron como nuestros líderes de nuestro movimiento acabaron siendo peores que los que nos llamaron perroflautas, ni-nis, y comunistas disfrazados. Acabaron siendo peores que los que nos compararon con la revolución bolchevique, o con todas las movilizaciones de masas que acababan en matanzas. No queríamos la muerte de nadie, queríamos la muerte del sistema. Pero no sabíamos ni cómo era el engranaje de ese sistema, ni cómo acabar con él.

Fue una semana sazonada de rabia e ilusión. Paradójicamente mezcladas. No teníamos ni idea de cómo conseguir lo que pedíamos y nos equivocamos en casi todo. Los cauces para ello nos resultaban extraños, y ahí es en donde debíamos centrarnos: en acercar esos cauces a la gente de a pie como nosotros. Nos equivocamos. Nos dejamos llevar. Perdimos.

Tuvo razón ese periodista: las revoluciones tienen que alimentarse en las bibliotecas. El chispazo pueden darlo 140 caracteres, pero su éxito y aceptación precisa de lecturas, debates, reflexiones y coherencia. De lo que carecíamos.

16.5.11

Cómo viví la muerte de Bin Laden en EEUU, y lo que leí a mi regreso

Desde que el mundo se hizo más pequeño gracias a Internet, lo genuino de presenciar un acontecimiento histórico, si bien no ha perdido un ápice de valor, si se ha hecho más accesible. Si hoy hubiera caído el Muro de Berlín, lo habríamos presenciado en directo desde la perspectiva de los asistentes que habrían grabado videos con sus teléfonos móviles y que habrían relatado al instante en las redes sociales cada movimiento y anécdota cercana, y habríamos obtenido muchos más detalles que si hubiéramos estado allí. Desde casa cómodos en el sofá, eso sí, el acontecimiento lo hubiéramos recibido desde innumerables prismas. Yo actué así con la celebración y la euforia que desató en EE UU el anuncio de que Bin Laden había muerto en un asalto a su residencia de Pakistán a manos de los Navy Seal.

Euforia en New York

La primera noche que llegué a New York –venía desde la reunión anual del American Jewish Comitee, en Washington DC- después de cenar en el West Side de Manhattan –una de las mejores hamburguesas kosher que he probado jamás- un coche se paró en seco en el lado de la acera por el cual yo caminaba y al grito de ¡U S A! me anunció la noticia: Osama Bin Laden has been killed! Independientemente de cómo encajé la noticia, estaba completamente incrédulo ante mi situación: no llevaba ni dos horas en New York, y en la primera visita que hago a la Gran Manzana anuncian que han matado al hombre que ordenó la masacre de 3.000 personas llenándola de sangre y horror, y que es también el símbolo de la Cuarta Guerra mundial que vivimos –la tercera fue, enre 1948 y 1989, la Guerra Fría. Inmediatamente conmocionado por la noticia, y después de leer en varios medios de Internet que, efectivamente, no era ningún bulo o rumor extendido, sino que la Casa Blanca lo había confirmado y la comparecencia de Obama se emitiría en una hora, decidí sin más demora dirigirme a la Zona Cero, en donde ya se agolpaban miles de personas para festejar la muerte del enemigo número 1 de Estados Unidos.

El ambiente que se vivía en el World Trade Center, parecía más el de un 4 de julio que el de un final de guerra, cuando los marines vuelven victoriosos. El himno americano, Barras y Estrellas, se cantó hasta la saciedad –inmortalicé con mi cámara de video un himno especialmente hermoso y emotivo cantado por dos chicas neoyorkinas- junto con el tradicional ¡U S A! y con algunos insultos light a Bin Laden y a Al Qaeda. El puritanismo funciona, en España o en Latinoamérica, nos habríamos acordado de toda la familia de Bin Laden y de sus allegados. Se reunieron bomberos, marines, policías -todos ellos con sus uniformes de gala- estudiantes, padres de familia, y turistas. No hubo ni altercados, ni descerebrados que acaban rompiendo escaparates y montando trifulcas como en las celebraciones futbolísticas o en manifestaciones antiglobalización. Si es moralmente reprobable celebrar la muerte de alguien, en el mundo y en el contexto histórico en el que vivimos, por muy malo que fuera, es una X que quedó despejada de la ecuación en las celebraciones.

18.4.11

Pesaj

Hoy lunes por la noche, comienza Pesaj. Para felicitar a la blogosfera y a todos los que os pasais por aquí, recupero la Felicitación que redacté el año anterior, que no ha perdido vigencia. También cambio la foto e incluyo el pasaje más hermoso de la Hagadá, el relato que todos los judíos leemos en una noche como hoy recordando la salida de Egipto.

Hoy, todos los judíos del mundo conmemoran -conmemoramos- la salida de Egipto, el fin de la esclavitud y la consagración del pueblo judío como una nación. La festividad judía de Pesaj. Desde hace más de 3000 años llevamos haciendolo. Pese a todas las calamidades por las cuales hemos pasado -persecuciones, matanzas, Diáspora errante como un nación sin tierra, progromos, expulsiones, Holocausto, guerras, terrorismo indiscriminado...- en ninguna ocasión hemos dejado nuestras costumbres, nuestra tradición y nuestra ley de un lado. Ni el recuerdo de todos los que cayeron por defenderlas.

Nunca hemos dejado de lado nuestra Libertad.

Desgraciadamente, siguen muriendo judíos por el hecho de serlo, siguen acechando amenazas y deseos de exterminio y seguimos, con tenacidad, luchando por esa Libertad que quieren negarnos.



...Este es el pan de aflicción que comieron nuestros padres en la tierra de Egipto, todo el que tenga hambre que venga y coma, todo el que quiera festejar que venga y festeje. Este año aquí, esclavos, el próximo, libres, en la Tierra de Israel...


¡FELIZ PESAJ, FELIZ FIESTA DE LA LIBERTAD!

Pero sin olvidarnos que, al menos uno, no podrá pasar la noche de Pesaj junto a su familia

6.4.11

Zapatero se retira. Razones de su torpe y tendenciosa polícia exterior hacia Israel

Es una de las noticias más importantes del año. Zapatero no repetirá. Sin querer presumir de prototipo de bloguero al uso -opinar sobre todo lo que huele a actualidad- me ceñiré a darle un adiós, analizando sobre lo que estoy algo puesto y poseo cierto seguimiento: Su política exterior en lo referente a Israel y al conflicto.

Hubo tantas voces por aquel entonces, Marzo de 2004, que avisaron sobre la hostilidad hacia Israel que iba a lucir el regeneracionista que llegaba a Moncloa -como también hubo muchas más que anunciaron la ruina y el desastre económico y, guste o no, acertaron- y todo su equipo de gobierno, que muchos nos imaginábamos lo peor. Los críticos de su política exterior, entre los que me incluyo, no dejaron espacio a la cautela y al análisis. El tiempo les dio la razón en la ferocidad de sus críticas. (He aquí el gran drama de Zapatero: ha dado la razón a todos los que le han criticado por activa y por pasiva en casi todo)

3.4.11

La rectificación de Goldstone, una victoria moral

Pese a que la retirada de Zapatero traerá ríos de tinta, de tuits, de posts, de tiempo en tertulias... la otra noticia del fin de semana debería ser la rectificación por parte del juez sudafricano y judío Richard Goldstone de su informe sobre la Operación Plomo Fundido aprobado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU el 16 de octubre 2009 y en el cual se acusaba a Israel de haber cometido crímenes de guerra. Pero como dicha reculada es, en suma, una victoria moral para el Estado de Israel, no dará mucho juego en la prensa generalista. Israel solo es portada para ser machacado.

Goldsotne, ha declarado (aquí el artículo traducido al castellano) que las víctimas civiles palestinas durante el ataque del ejército israelí no fueron un objetivo político ni buscado, que Hamas sí atacaba intencionadamente a civiles israelíes, que el ejército israelí sí está llevando a cabo investigaciones sobre el comportamiento de sus soldados -los únicos soldados del mundo a los cuales también se les exige ser angelitos-, que Israel tiene derecho a defenderse y a proteger a sus ciudadanos y que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU se ha caracterizado por su parcialidad respecto a Israel.




28.3.11

I want to believe

No me apetece escribir sobre Libia, ya lo hice para Horizonte y mi análisis caducó al día siguiente. Mientras el mundo parece desmoronarse, yo elijo el momento, Rick Blaine mediante, para enamorarme. De una serie: Expediente X. Fue un rollete de la adolescencia, es cierto, pero estos últimos días hice un remake de aquellos confusos años revisitando esa serie que, junto a Los Simpson, al grunge y en especial a Nirvana, a unas pocas películas como Trainspotting, y a una felación presidencial, marcaron la década de los 90.


Que el talento creativo de la ficción en formato audiovisual ha sufrido un trasvase, de la gran a la pequeña pantalla, parece incuestionable. Las series de televisión han ido adquiriendo una importancia en la oferta cultural occidental incalculable, y no solo es debido a internet y a su gran poder de accesibilidad. Al espectador le gusta convertirse en fan, le gusta sentirse identificado semana tras semana con un personaje -¿quién no ha sentido complicidad hacia Tony Soprano, Hank Moody, Jimmy Mcnulty, William Adama, o hacia el mismísimo Homer Simpson, por ejemplo?- , le gusta hacer cábalas y mantener el suspense ante una trama y le gusta, sobre todo, ser dependiente, estar enganchado, acudir a la pantalla para obtener la dosis que lleva días esperando. Las buenas series son una verdadera droga. Y no tanto la guerra, como nos mostró la Bigelow en su oscarizada The Hurt Locker -no sé quien narices será el responsable del titulicidio que la bautizó como En tierra hostil.



13.3.11

No nos engañemos...

Podría ser entendible el silencio mediático ante un acto deplorable en un conflicto de perfil bajo en cualquier zona del mundo, debido a la ola gigantésca que ha arrasado Japón, espeluznantemente, como si de una película apocalíptica de Roland Emmerich se tratara. Al fin y al cabo, hay asesinatos y tragedias diarias que resultan invisibles para el ojo de los medios de comunicación masivos. Ahí está el ejemplo paradigmático: Darfur. Sería incluso, y apurando, excusable. Pero no lo es cuando los medios occidentales se han dedicado a dar una cobertura de proporciones jamás conocidas para cualquier otra zona del planeta. No lo es cuando hay condenas mundiales porque Israel construya casas en Cisjordania, y en cambio haya silencios mundiales cuando asesinan a judíos por el hecho de serlo.

Digámoslo, aunque sea repetitivo y duela en las conciencias: si hubiera sido un israelí el que hubiera acuchillado a una familia palestina que dormía, incluyendo tres niños y entre ellos un bebé, habríamos desayunado con las imágenes de los cadáveres mutilados y sin vida, habríamos comido con reportajes y crónicas cuidadas de cuan malos y ultratodo son los colonos judíos, y habriámos cenado con algún vídeo de artistas antisemitas -sí, qué palabra tan fea- y con concentraciones de repulsa en varias ciudades del país. No ha sido así, porque las víctimas judías, que son asesinadas, repito, por el hecho de ser judías, son invisibiles, no importan, o, para más se lo merecen por colonizar la tierra palestina. En Europa las conciencias solo se remueven cuando los judíos se defienden, no resulta simpático que un judío defienda su vida. El judío está para sufrir, y si sufre, claro está, es culpa suya.

No nos engañemos, el único obstáculo para la paz es el odio antisemita que corroe a la mayor parte de la sociedad palestina. Si los colonos y la demonizada extrema, ultra y todo lo que sigue derecha israelí lo fueran, en Israel habrían habido dos guerras civiles: cuando se descolonizó el Sinaí, y cuando de descolonizó Gaza, a punta de fusil, ambas. Pero lo que el ciudadano europeo no entiende es que Israel es una sociedad libre y democrática que lo único que quiere es vivir. No nos engañemos, lo que ha movido a los asesinos de este crimen horrendo y abominable, es lo mismo que movió a Hitler y sus numerosos secuaces. El mismo odio que lleva a disparar a niños moribundos que han sobrevivido al gaseamiento por el abrazo de sus madres en un último intento de evitar su inevitable muerte, es exactamente el mismo que lleva a acuchillar a un bebé mientras duerme. Mientras no se acabe con eso, no habrá paz.

Aquí dejo, las fotos que ningún medio de comunicación masivo en España ha publicado. Sólo los twitteros y blogueros a sueldo de los Sabios de Sión, como siempre, han servido de canal de comunicación, como la Carretera Birmania que construyó Mickey Marcus, primer general del ejército israelí, para abastecer a los judíos que resistían en Jerusalén durante la Guerra de la Independencia.

La familia Fogel asesinados cruelmente, porque eran judíos.




Aquí dejo, también imágenes más duras. Los cuerpos acuchillados y sin vida. Que en paz estén.